04 septiembre 2008

Manías, creencias y supersticiones

¿Si vas caminando por la calle y una escalera abierta se cruza en tu camino, pasas debajo de ella?.
Un día, hace ya muchos años, después de regresar de Porto, me dí cuenta que a parte de venir cargada con bolinhos, broa e coisas boas, venía cargadita de supersticiones... y manías varias que empezaban a cabrearme bastante conmigo misma:
Nada de tirar los zapatos y que el azar los colocara como quisieran, no. Había que poner los zapatos juntitos, el zapato derecho en el lado derecho y el z. izquierdo en el lado izquierdo.
Al cocinar o al cose, las tijeras debían estar cerradas.
Los cuchillos no podían cruzarse o estar encima uno del otro. Intenta recoger una mesa y que no se cruzen.
Las uñas sólo podían ser cortadas antes de las 8 de la tarde. Intenta acordarte de eso.
Después de comer, no te podías dar un masaje craneal. Con lo que mola, que te lo hagan.
13 personas en la mesa, se levantaba una para ser 12 comensales. Era yo.
Al barrer no te podían barrer los pies porque sino no te casarías. ¿No me casaré nunca?.
Al cruzarse un gato negro, has de escupir al suelo. ¿por qué es un gato? ¿por qué es negro?
... no puedes hacerte preguntas. Hay miles de respuestas y total ¿para qué las quieres?.
Por eso, un día, decidí acabar con algo de miedo con todo esto. Medité: si antes de saber todas esas supersticiones y manías-creencias, yo vivía tranquilamente, y la vida, me había ido ni mal ni bien, normal, porqué debía convivir con esas inexplicables y a veces divertidas manías?.
Ahora, si no paso por debajo de una escalera abierta, es porque una vez que lo hice, me tiraron una piedra grande que hizo un parón de susto y un chichonazo en la cabeza.
Así que ya sabeis:
Pasar por debajo de una escalera piedra al canto.
las creencias cambian.

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