La bien barrida y San Víctor

Víctor, Víctor, Víctor: San Víctor.

Hoy es 8 de mayo, hoy se celebra el ¡3er cumple de mi sobrina casi clavadita a mi, Amàlia! y también es el Santo de mi San Víctor. Pero mejor no le llamo Santo porque así no lo estoy matando, y para que mentirnos, aunque hace las cosas con muy buena fé, él para mi ya no es ningún santo. Suena mal eso de "mi Víctor" la verdad es que yo no soy de decir mi Víctor, soy de decir: mi pareja, mi compañero, mi chico, mi novio, y creo que nunca diré mi marido, porque Víctor me barre siempre los pies. Y cada vez que me los barre se lo digo: Así no habrá manera de casarnos.

Pero eso ya lo hablamos una vez, y quedamos más o menos a decirnos, que sería yo quien le propusiera matrimonio. Cuando escribo hablamos, significa, que hablé el 90% del tiempo y que Víctor estuvo callado-ausente todo el tiempo, y que el resto del porcentaje lo ocupó para decir: Ai no sé mi amor, yo eso del matrimonio... (le callo, y le digo, vale, ya te lo pediré yo). Y él, ya pudo respirar.

A colación de todo este cócktel, rescaté la canción de La Bien Querida, "de momento abril" dónde me siento reflejada por el incomprensible pánico que Víctor debe sentir al compromiso anillistico.

Es verdad, Víctor nunca entendió ese amor del pequeño jorobado asqueroso verdeazuladovomitivo del tipo del sr. de los anillos al expresar eso de: mi tesoro. 

No creo que yo me pusiera así de guapa y exaltada cuando él me lo ofreciese, pero quién sabe, quizás formaría parte de ese grupo de personas que llaman al bien querido como MI SANTO.

¿capaz o incapaz?

El día que Amàlia nació, pasaron otras dos cosas: una rara y otra triste, pero de éstas y de lo lovely que es Amàlia, ya lo haré otro día.

http://www.youtube.com/watch?v=uyroxImKc6I