14 octubre 2010

sonrisas y lágrimas y una história rara.

Se dirigió al hospital. Con su coche gris. Sola y cansada... ilusionada y cabreada, pesada y animada, tranquila y nerviosa, algo ansiosa...mi hermana era capaz de tener todas esas sensaciones juntas en aquél día. Iba a ser madre por segunda vez. Nacería Amàlia.

Víctor y yo estávamos al corriente que mi hermana había cogido los bártulos y se dirigía al hospital para parir. Cuando no pares por contracciones naturales, los doctores te citan un día y te hacen parir, ya se naturalmente o por cesárea.
Estávamos ilusionados, por aquella época Víctor y yo vivíamos en la calle provenza con entenza cerca de la Modelo. Una prisión apunto de ser convertida en un centro comercial, donde Salavador Antic, un muchacho valiente murió con el último Garrotazo.
No me visualizo comprando en ese centro...
En fin, Víctor se puso los cascos y empezó su sesión breve de Dj.
Yo, iba por la reducida casa recogiendo bártulos e intentando hacer alguna pancarta de Bienvenida.
Entonces ocurrió.
Picaron varias veces al timbre de casa. 
Fue rara mi actitud, porqué normalmente cuando pican el timbre, abro la puerta. Pero me quedé parada en lo que hacía, pensé en Bribón, uno de mis amados perros que últimamente se encontraba peor de salud, ya tenía 15-16 años, pensé en mi hermana apunto de dar a luz a Amàlia, así que absorta en mis pensamientos, llamé varias veces a Víctor para que fuera él quien abriera.
Cuando fui al salón, me dí cuenta que Víctor no me había oído porque llevaba los cascos de música.
Así que le di un toque en la espalda, se giró y se quitó los cascos y dijo : qué! y yo le respondí: han picado a la puerta insitentemente!. Víctor: y por qué no has abierto? 
yo: no sé.
Víctor: Vamos a ver. (en realidad, antes de ese vamos a ver tan comprensible, me miró un poco con cara de "estás loquita").
Fuimos a la delgada puerta, miramos por la mirilla (que nombre tan querido) y no había nadie, pero había una sombra no preocupante. Abrimos la puerta y nos encontramos una planta de interior alta y una botella de 5l de Agua en el suelo.
¿¿¿QUÉ HABÍA PASADO???
Pedí a Víctor que entrara todo eso a casa, porqué enseguida lo primero que pensé fue que el vecino de enfrente debió subir a su casa, no debía encontrar las llaves de su casa y como venía cargado con todo esto y hacía más de media hora que se estaba haciendo pipí, decidió, picar en nuestro timbre para ver si le dejábamos entrar a hacerlo o qué simplemente a ver si le cuidar la planta y guardar el agua mientras él e ausentaba por un breve tiempo.
Así que a regañadientes de Víctor, aquello quedó en mi poder.
Bribón, Amàlia,mi hermana, la planta, el agua... todo eso en mi cabeza. Y el tiempo a pasar, tic tac
Víctorrrrrrrrrrrrrrr nos vamos yaaaaaaaaaa!!!
Ya voyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy.
Y ringgggggg,, pican a la puerta.
Víctor! mira por la mirilla antes de abrir! 
Víctor abre la puerta; era el vecino con cara de asustado y nos explica el misterio de la planta y el agua en el rellano de nuestra puerta.
"subí para casa cargado con la planta y el agua, cuando voy a abrir con llaves la puerta, me doy cuenta que la puerta está entreabierta y que hay ruido adentro. Hay alguien dentro de mi casa.
Dejo la compra en mi puerta.
Bajo unas cuantas escaleras y llamo a la policía.
Esta dice que en nada está aqui, pero que me vaya de ahí porque el ladrón está adentro."
Entonces yo, muy muy asustada le digo:
" ¿pero no picaste insistentemente en nuestra puerta????"
a lo que él dijo: no, que va, yo salí pitando.
yo:
" ¿y no dejaste la planta y el agua en nuestro rellano?"
él:
lo dejé en el mío.
Yo:
Estoy temblando a punto de llorar, empecé a visualizar lo que había ocurrido y tras decirlo en voz alta y darme la razón, me di cuenta de que tuve un hadra madrina protegiéndome.
Esto fue lo que pasó:
"El ladrón oyó al vecino, asustado y preso de pánico salió de la casa con algo de sigilo, vió la planta, con la que pensó ponersela delante para camuflarse. Vió la botella de agua, la cogió como "arma natural y casera" para golpear a quien le impidiera paso.
Se dirigió a la puerta de enfrente, la nuestra y como si fuese un comercial o un vendedor que ha de hacer una entrega de plantas, picó insistentemente como si tuviese la furgoneta mal aparcada.
Como no le abrimos, lo dejó en nuestro lado, y salió por otro lado."

Yo sé que le hubiera abierto, sin embargo, gracias al pensamiento fuerte y cariñoso que me invadió, no lo hice.
Si lo hubiera hecho, el ladrón me hubiera empujado sin decir palabra para dentro de casa con la botella de agua, yo me hubiera tocado la barriga en señal de dolor, él me habría sacudido con la planta, dejándola casi sin ramas de la sacudida tan fuerte. Sus primeras palabras: tira!!!
Víctor se giraría porqué del emujón le doblaría las rodillas y haría aquel gesto que todos hacemos cuando nos dan ahí, tipo de desmayo de piernas, se giraría enfadado y daría un pequeño salto de susto el cuál, haría deslizar los cascos de música hacia atrás. Y así, los dos cagados  y sin palabras ante tal peliculón real, hubiéramos esperado a que todo hubiera pasado.
El tipo, se habría quedado en casa hasta que la poli hubiera pasado. Hubieramos apagado los móviles y al día siguiente este tipo, se hubiera largado de nuestras vidas.

Menos mal, que eso no fue así y aunque la rara historia ocurrió, pude ver el nacimiento de Amàlia y las lágrimas de mi madre que algo escondían.
Porqué las madres lloran de felicidad, pero yo sabía que algo pasaba además de esa felicidad.
Al día siguiente, subiendo en ascensor, supe que Bribón había muerto aquél mismo día.
Pobre mi mamá, que tuve que acompañarlo sola. 
Como lo hecho en falta.
Es verdad, como en un día o de un día para otro, se puede pasar de las sonrisas a las lágrimas.
Es verdad, también, que cuando me ha de venir la regla, estoy más sensible, pero es cierto que últimamente echo más en falta a mis dos queridos abuelos y a mis otros todos perros que tuve.
You are always on my mind.
Avó, abuelito, Tulsa, Tobi, Bello, Bello2, Diana, Pluto y Bribón.

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