04 julio 2011

¿todo por la pasta?

Ser creíble es importante. Expresar confianza, también lo es. Ser creíble transmitiendo confianza es difícil y muy importante.
He estado haciendo unos canelones "canellonni" para cenar esta noche y como sobraran, también serán el desayuno, la comida y la cena para el resto de la semana. ¡Viva la bella Italia! ¡Viva!.
E vero, en fine, al abrir la cajita que contiene esas placas de pasta que sirven para enrollar el "farcit" que he preparado, he comprobado que a diferencia de otras marcas de este producto, ésta, ha tenido el lujazo de envolverlas (la mayoría de las otras compañías, una vez las meten en la caja, las sueltan ahí, sin más, a pelo con el contacto del cartón).
Pero estas no, y entonces, ha sucedido el argumento que me ha llevado a escribir sobre confianza y credibilidad, que para mi, van juntitas de la mano.
En el envoltorio se puede leer lo siguiente:
la calidad de esteproducto está rigurosamente controlada.
Si observa alguna imperfección
por favor, infórmenos del Nº de lote.
Podremos así conocer el origen del defecto
y le quedaremos agradecido.

y yo, me he quedado a cuadraditos analizando el tema:

la calidad de este producto está rigurosamente controlada- hasta aquí todo bien, y de hecho, palabras como riguroso y control te hacen rasgar el envoltorio con sonrisa de "qué compra he hecho".
Si observa -ya vamos mal, analicemos: ¿me estás pidiendo mi opinión? ¿tú? ¿a mi?  pero... ¡ si yo no soy fabricante de planchas de cannelloni"
alguna imperfección- Dios! no vayas por ahí!!!,
por favor, ahí, ya la has cagado, porqué si me pides compasión... niet, y si me pides que no me calle si encuentro sangre o un trozo de hierro enganchada en alguna de tus placas, crees que recordaré este patético ¿Por favor?! ¡no! claro que no!, te demandaré y ya está.
continúa: infórmenos del Nº de lote--¿¿ mande?? ¿dónde está eso? Ah! en el trozo de cartón necesario para poder abrir la caja. Ahá, muy profesional.
Podremos así conocer el origen del defecto (es decir, qué hay más ¿verdad?) y le quedaremos agradecidos -- es decir, que esto va en serio, que realmente puede ser que un día, me encuentre algo chungo tras abrir la caja amarilla, y una vez rasgado el envoltorio de adentro, llevarme el susto de mi vida, y perder la confianza, que ya era poca y lo que es peor, que me dejen de gustar los cannelloni forever and ever.