28 julio 2008

Mi Yesterday y yo



Yo tengo un ciclomotor que se llama 'yesterday', yo no la bautizé, ya se llamaba así cuando hace más de 6 años la compré de segundo mano a una doctora -alabadas sean sus manos-que la tenía impecable en un lugar menos perfecto llamado 'taller motos ratera'. Fue el momento de la casualidad y la suerte unidas que la moto se encontraba haciendo una puesta a punto y mi sabia madre preguntó si estaba en venta. El vendedor-talleretista mecánico, dijo que precisamente la doctora quería venderla por apenas usarla. Sin embargo, hasta que supe con seguridad que la moto iba a ser mía, de la qué debo escribir que me enamoré a primera vista; tanteé comprarme otras motos, ya que mi padre, que entiende más de vehículos, me hacía comentarios de que esa moto era de juguete. Así que busqué motos de segundo mano y una de mis aventuras, fue al encontrar a una de las personas más 'cholas' con las que me he topado en mi vida. Me vendía una 'nero' (a lo matrix). Con la chica de la nero, habiamos quedado en un medio-descampado raro. Al principio bien, me pareció chola pero con buen corazón, me dejó probar la moto, de la que casi me caigo, yo soy pequeñita y esa moto es para conductores que conducen con una pierna fuera del apoya pies y también de esos que abren los codos como mujeres en posición jarras, o de aquellos que situan su mano derecha, la del gas, al filillo del manguito del acelerador. Todo un retrato.
Pues esa chica, a los 5 minutos de bajarme de la moto, y después de haberla invitado a un refresco en la única cafetería de por ahí, me suelta que le tenía que pagar 10.ooo ptas. ¿Cómo? ¿disculpa? ( yo soy muy ingenua y confundo el cachondeo de la seriedad muchas veces) la chica chicotete era baja regordeta y de actitud macarra, me impuso pagarla o llamaba a su padre, yo le dije que porqué debía pagarle, y me dijo que porque la había bajado desde dónde vivía. Y eso, tenía un precio.
Accedí a darle el dinero. Yo sólo me rebelo si estoy sola, cara a cara con mi retador, nunca si hay testigos como mi madre enmedio. Así que me tocó callarme y cagarme en todo.
Al regresar en el bus, decaída y cabreada, divisé por la ventana del bus, una Malagutti yesterday, clavadita a la que yo quería. Llamé al taller motos ratera y me dijo que la moto, si quería era mía.
Desde entonces yesterday y yo nos hemos caído unas 4 veces, le han robado: los 2 retrovisores retros, la M de Malagutti y Marina ( probablemente lo que más me dolió), rajaron el asiento, rallaron ambos lados de la carcasa, jodida por detrás la luz de posición, jodidos los 2 retovisores traseros... etcétera etcétera (...) ( The Smiths ).