24 noviembre 2009

Y si...

¿Y si el destino me ha deparado esto?
y si... ¿me robaron la moto porqué eso era lo que debía ser?.
Preguntas en el aire, preguntas que dando una u otra explicación no convencen a quién las formula.
Pues... ¿quienes somos nosotros sino el resultado azaroso o no del destino? de un simple " y si... nos vamos a la cama".

Sea lo que sea, duele. Duele por dentro. Ese dolor incomprendido... del que lloré a solas.
No era más que una moto... ¿?
Diez años a su lado... 3 veces con caídas algo chungas, los momentos de llevar a mi madre- la mejor paquete- en el mismo asiento, todos aquellos lugares fantásticos a los que me llevó, a los que sin duda, no llegué ni con transportes públicos ni a pie.

Esa es la tonta gracia de preguntarse el " Y si..." por ejemplo, el que yo me planteé fue:

¿Y si los ladrones de mi moto han ayudado a alegrar la vida a un adolescente que inocente, comprará mi moto de estrangis y quizás, eso ha impedido que el lunes, haciendo día de rutina cogiese mi moto y tuviese una dolorosa caída?.

Sin embargo, mientras tanto, me contradigo en mis interiores porque tengo pena por perderla pero alegría de saber que este " y si" que me he creado... me ha salvado la vida.