20 noviembre 2008

Un espejo llamado Marina


Érase que se era una mujer llamada Marina que se miró al espejo.
En esto qué el espejo se preguntó : ¿ qué ves que no hayas visto antes?.( Me tutea, se mofa de esos ojos negros ó marrones . También se ríe de esos finos labios, y de mis paletas de dientes...podrías haber sido un caballo) piensa el espejo.
Y el espejo sigue preguntando ante el silencio de Marina: ¿qué ves que no hayas visto antes?, Marina respondió: veo una cara de niña, una cara blanca que a veces se tapa con su media melena de cabello fino moreno.
¿Y qué mas ves?, veo una nariz pequeña, de la que se asoman algunos intrépidos pelillos negros. Qué feos son, dice el espejo¿por qué? preguntó Marina, han de estar ahí, los pelillos son de la nariz, que lo decida ella. La nariz se movió de izquierda a derecha haciendo un gesto de negación. Dice que no, que se quedan donde están.
Como tu digas dijo el espejo, ¿y qué mas ves que no hayas visto antes? Marina dijo: veo más que tú, porque tú, espejo, siempre estás quieto, y ves las mismas caras, pero yo, me veo en los ojos de los demás, en otros espejos de diferentes colores, con diferentes formas, a otras horas. Tú ves lo que yo te muestro.
¿Por qué no vas más allá? , gritó el espejo.
Bien, ves mis ojos? son dos círculos perfectos, y son capaces de hablar de mi sin que mi boca hable, son capaces de hacer enamorar, de ver lo que tu nunca podrás ver. Y su mirada es de soñadora, pensativa, alegre y triste como un fado portugués.
Ves bien mi nariz? no es una nariz pequeña en realidad, es una nariz que va evolucionando, y cada año, huele millares de olores, y los pelillos que salen son su cómplice y le ayudan a clasificar los olores que recibe. Mi nariz es capaz de hacerme evadir si recuerda un olor conocido.
Ves bien mi boca? no es una boca pequeña con labios finos, es una gran boca con unos grandes dientes y cambian de color cuando se les antoja, a veces los labios se ponen rojos, o se cortan, a veces besan sensaciones, y los dientes ya no son tan blancos, a veces fuman y se pasan con el café, y se enfadan mostrando un color amarillento. Y cuando la boca sonríe es una carta de Joker.
Ves bien mis orejas?, están hechas a medida, para oír lo impensable..y oyen el silencio. Son pequeñas porque son tímidas y se esconden a veces en mi cabello negro. son orejas de loba.
Ves mi cara de niña? , es blanca, ovalada, y se transforma poquito a poquito, ves esas pequeñas arrugas al lado de la boca, se las hizo riendo mucho, y a veces le salen unos hoyuelos...eso solo cuando le apetece. Y mi frente es muy grande, hace honor a los genes de mi abuelo andaluz, y se tapa con el flequillo para no acomplejarme. Es una frente inteligente.
Mis pestañas sufrieron grandes batallas, después de pedir muchos deseos, las más largas están en el ojo izquierdo, y las cejas son negras y se levantan solas para gritar: aquí estamos nosotras para decir lo que los ojos se callan. Pueden enojarse, juntarse... son cejas de ciempiés.
El espejo se calló.
Marina se quedó contemplando el espejo como Narciso su reflejo. Y dijo:
Sabes espejo, al final tú y yo, somos irremediablemente inseparables.
Te burlas de mi, como yo de ti, lloras conmigo, cuando yo lloro contigo, te pones guapo cuando yo quiero. Me muestras a una Marina que nadie ve. QUIERO SER COMO TÚ.

Y así fue como el refrán de “los ojos son el espejo del alma” se hizo realidad.

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