18 octubre 2010

De Autoinmune a Ignorante

Sí, mi cuerpo va contra mi.
Cada vez más, me siento como las palabras de Frida Kahlo: mi cuerpo es una cárcel.
Si por mi fuera, ya en otras ocasiones lo he comentado, yo no tendría este cuerpo, mi alma se merece uno que mida unos centímetros más, unos dedos un poco más largos, unos huesos fuertes, una cabeza sin taras, y  unos ojos miopes pero sin nada más.
Pero yo, soy una heroína.
Soy la reina de la Autoinmunidad.
Si fuese ignorante en el tema, y alguien me dijese: "pues es que yo tengo un problema que es debido a mi Autoinmunidad", yo, pensaría: uala, este tipo-tipa tiene poderes!, dice que es:
Autoinmune!, e iría corriendo para decirle a mi mami; mami, mami, he conocido a un Autoinmune!!!
Si o no? te acuerdas de ese jingle de los dibujos de Batman!!! nanana nanana Batmannnnn
Pues en mi imaginación, esto es lo que pasa:
Autoinmuneeeeeee! nanana nananana Autoinmune!!!

Chope, Schopenhauer, quiero volver a mi feliz ignorancia sobre temas de salud, de guerra, de política, de asesinos, de violencia, de ver conviviendo a los pobres con los ricos y los ricos con los pobres como si fuese lo más normal del mundo que unos pidan desde el suelo y otros exijan desde los rascacielos.

¿cómo se hace para dejar de ser una Autoinmune?
¿cómo hacer para ser libre de mi cárcel sin morir en el intento?

Da igual, lo he asimilado todo. Me lo he comido con buñuelos de viento, con lionesas rellenas de crema pastelera y lingotazos de agua.

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