02 octubre 2008

Un príncipe para la principessa Marina



Estoy recopilando todo tipo de información sobre los príncipes.
He empezado el curso de ilustración con el genio Ignasi Blanc, ilustrador experimentado, hombre feliz consigo y con la vida misma. Da gusto oírle hablar.
Pues Ignasi, ya nos ha encargado el primer trabajo: buscar y encontrar a nuestro príncipe azul, para después perpetuarlo con lápiz.
Su misión es más que un simple ejercicio, él lo sabe, porqué en el momento que lo hagamos realidad pertenecerá a nuestras vidas forever and ever, fin.
Tarea dolorosa e imaginativa. ¿Cómo es un príncipe? ¿El mío?
Hay personas que ya lo han encontrado, me viene a la mente: Sandra castell, imagino que los dos Javis, y Guillermo r.i.

Voy a retroceder al mundo doloroso: la cruda realidad.
Hace poco tuve un gran conversación con mi amiga Laura y la conclusión a la que llegamos es sabida por todos: los hombres son de otro mundo.
La convivencia ya es complicada con uno mismo, cuán más lo es, si la compartes con un ser casi totalmente distinto a ti.
Los primeros años de vivencias, resultan extraordinariamente idílicas, lo que nos lleva a un estado de contracorriente: la gente es infeliz la mayoría del tiempo y tú, eres la persona más feliz del mundo.
Pero el tiempo pasa y no cura ni cambia todo.
¿dónde fue a morir el romanticismo? Los hombres dejaron de ser príncipes detallistas que escribían notas de amor en cualquier soporte: ventana, espejos del lavabo, post-its de la nevera... los besos espontáneos ¿en qué punto se han perdido? Los besos se escapan cuando se piensan.
El amor, escribió un pedante escritor llamado Frederic, dura 3 años.
El 12 de octubre Victorium y yo haremos 3 años y estamos bajo una crisis en construcción de arreglarse.
Somos conscientes que nos queremos y que juntos podríamos y haremos grandes cosas, pero si hay cosas insalvables, nuestro amor pararía de amarse.
Y puede ser que si eso sucediera, ninguno de los dos buscáramos a otros príncipes y princesas, pues no querríamos volver a pasar la experiencia de amar y dejar de ser amado. Pero eso nunca se sabe. Como tampoco se sabe quién podría ser el príncipe de tu vida.
En los cuentos, los príncipes encuentran a las princesas, después de haber matado a un dragón o recorrer bosques malvados, y su aspecto es casi siempre guapo, fuerte y atonlondrado. En cambio, las princesas, han pasado las mil y una complicaciones durante muchos años de sus vidas y han soñado incontables sueños, y son encontradas por ellos y se rinden al príncipe con un ‘’simple’’ y encantador beso.


Mis padres dicen que de pequeña me gustaba el príncipe Felipe.
Para mi eso es muy raro. Recuerdo también que mi tita Chari me dijo que yo de pequeña decía que me gustaban los chicos rubios, altos y fuertes.
También es raro.
A mi me gustaba ser como a mi sobrina Rocío, Blancanieves. Se llamaba Blancanieves porque el color de su cara el tan blanca como la nieve.
Lo que si recuerdo contado por mi, es que de pequeña me dije una vez:
Me casaré con un hombre que tenga gafas.
Al día siguiente el chico que por aquél entonces me gustaba, llegó a clase con gafas.
A Victor, hace poco le han puesto gafas.
Y colorín colorado, este cuento aún no ha acabado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

no existen los príncipes azules (ni las princesas). y es una suerte.

rey amarillo

Anónimo dijo...

Yo solo hago que ver mucha ranita suelta por ahí... les concedo el besito pero siguen siendo ranitas...

MUA princessa marina