03 enero 2011

paloma blanca

¿quién, alguna vez en su vida, no ha querido, deseado, que el mundo parase, que se quedase todo cómo estaba en ese momento?
la verdad es que, no todo el mundo piensa como yo, y en consecuencia, la respuesta a la anterior pregunta es: mucha gente no desea quedarse como está. Ni siquiera los fantásticos vampiros de la saga Crepúsculo, desearían ser inmortales, ser casi perfectos por los siglos de los siglos.
La insaciable ruleta de la inconformidad. 
Quién es guapo, quiere ser menos guapo, quién es gordo, quiere ser flaco y viceversa, quien es pobre querría ser rico, quién es rico, querría ser multimillonario, quién es multimillonario querría que sus hijas supieran que significa ganarse el pan con el sudor de la frente, quién es joven querría ser mayor de edad, quién es mayor, querría soplar muchas menos velas... la ruleta debe seguir girando con las probabilidades improbables... y que siga así, porque sino, el mundo sería gobernado por cansinos conformistas.
En éste mundo hay que rebelarse. Pero yo me conformo con tener poderes para salvar el mundo y para ser inmortal cada vez que me apeteciera.
Los poetas dicen que la inmortalidad está en el alma-obra que uno deja al irse del mundo terrenal. Sin embargo  y, ¿si un ser es pobre en alma? qué demonios deja? 
Yo a veces sólo pienso en la paloma que acaba de ser atropellada en las calles de Barcelona.
Siento ese golpe, el que la hizo dejar de volar y caer en seco contra el asfalto.
A veces la imagino levantando con muchos dolores ese pico, acompañado por esos pequeños ojos brillantes... viene otro coche, la esquiva, reposa otra vez su cabeza, luego pasa otro coche, la pasa por encima, le ha rebentado el cuerpo, y clinicamente ha muerto. Pero otras veces hasta que muere y dudo eso de morir en paz, ésta, recibe incontables golpes, como aquellos guerreros y mafiosos que antes de morir recibieron 500 flechas,y 8 balas.
Cuando a veces no entiendo algo, pienso en todas las palomas que descansan en las calles de Barcelona. En todos los otros golpes que aún han de recibir. Hasta que lo comprendo. Vuelvo a mi principio: "¿quién, alguna vez en su vida, no ha querido, deseado, que el mundo parase, que se quedase todo cómo estaba en ese momento?"

Mañana, eclipse parcial, irrepetible hasta el 2015.

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