13 mayo 2010

Tiempo de Valientes

Tiempo de Valientes además de ser el título de una grandísima película argentina, es un montón de cosas.
A modo personal, yo valoro muchísimo que alguien demuestre en las pequeñas cotidianidades o en extaordinarias cosas, un aspecto valiente.
Pero no nos olvidemos que ser valiente es una ambiguedad. Voy a poner un ejemplo:
Me he enterado por una amiga, de una noticía que pertenece a la vida de otra persona y que escuetamente viene a ser  más o menos así:
Relación de amor de más de 10 años
fruto del amor programado o no= bebé de apenas 1 año de vida.
Situación actual: se separan, el chico, decide que no puede más y expresa su sentimiento de abandonar la situación. Ella rota y con el bebé. Ahora en proceso de sentirse mejor. Es valiente porque a parte que sabe que ha de serlo por el bebé, también lo es por luchar por su vida.

Lo primero que yo pensé fue:  Menudo hijo de puta, cabronazo, pelotudo por pensar con las pelotas!, qué cobarde! no sabe hacer frente a lo que la vida le ha dado. ¿que es demasiado? ¿que las relaciones no son como antes? que tu perfecta mujer ya no es tan perfecta por la mañana?...

Pero luego me di cuenta que quizás, el tipo no era tan cobarde, el también lo habrá pasado mal y qué ser sincero a sabiendas que va a doler lo que vas a decir, también es de valientes.
No tengo ni idea lo que el le habrá dicho. Si corrobora mi teoría de que fue capaz de ser valiente. 
Pero pienso en lo que a mi me gustaría que me dijeran si ese momento de "se acabó"  me llegase... sería algo como:
Marina, no te quiero. Marina, podría seguir mi vida contigo toda la vida, y ser como todas esas parejas que siguen juntas y que no se cuentan nada. Si quieres hacemos eso. Pero he pensado que alguien como tú, merece a otra persona que te siga queriendo. No sé porque ha pasado esto. No hay nadie. No hay un motivo en concreto. Algo se ha roto y no se como repararlo. Seguir juntos, no sé si lo arregalría.
Marina, dime algo.

Y yo, tranquilamente, haría un poema visual:
primero, le daría una bofetada de película, luego muy lentamente, le daría un beso en el carrillo dolorido, casi terminando,  daría un portazo bien sonoro (símbolo de capítulo terminado) y por último, abriría las ventana (símbolo de abriendo nuevas etapas).
Y después de tooodo eso, hablaría con él, lloraría a moco tendido haciendo preguntas incluso suplicas, pasaría del estado de tristeza a la ira agresiva, al sollozo con risa, a la risa pura, y finiquitaría el tema, con una sonrisa y recordaría eso de: no hay mal que por bien no venga. Yo soy valiente y me pongo al mundo por montera.


... pero lector,  no te olvidas de algo? de lo que más me aterra? es esa sensación de que mientras el chico pensaba todo eso, toooodos esos días que él sabía que todo aquello era pasado en presente, ... ella, yo... estábamos en otro mundo, en el mundo de la innopia inocencia, de la fragilidad.
Por qué no fuimos las primeras valientes en decir: oye! ¿qué pasa? ¿todo bien?



ponerse el mundo por montera fam. Actuar una persona según sus convicciones dejando a un lado la opinión y los comentarios de los demás.

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